Cristina, pregunta  qué son  los alimentos kilométricos.

Son alimentos de importación que han viajado una media de 5000 km. para llegar a nuestras casas, el consumo de estos alimentos supone:

  • Un impacto medioambiental con consecuencias graves debido a la emisión de CO2, durante el transporte de los alimentos. Se estima que en tan solo un año se emiten 5 millones de toneladas de CO2 y otros compuestos. Deshechos que a la tierra no le da tiempo a regenerar.
  • La huella de carbono del alimento: Además del transporte el alimento se impregan de un exceso de hidróxido de carbono, a través de  la manipulación, producción y tratamiento que haya recibido. En el Reino Unido existen ya nuevos productos en los que aparece en la etiqueta el grado de contaminación del alimento. Aunque resulta triste llegar a esta situación, es una forma un tanto democrática  de elegir la cantidad de carbono que se quiere ingerir.
  • El  combustible utilizado para el transporte va a suponer un gasto energético extra, pues la gran mayoría de los alimentos kilométricos no son necesarios, atienden solamente a acuerdos o negociaciones económicas o políticas,  Así siendo España un país  de cultivo de garbanzo, su producción ha caído debido a que casi el 87% de los garbanzos que  se consumen son importados principalmente de México. Otros alimentos como las naranjas que España exporta a Alemania y luego para abastecimiento del país tiene que comprar a Sudamérica. Aunque los alimentos que más viajan son los cereales, los piensos para los animales, café,  especias, pescado, marisco, frutas y legumbres
  • Globalización y desempoderamiento del campesinado: Al importar alimentos de monocultivo, tipo la soja, principalmente de Argentina y Brasil con la consiguiente deforestación de la Amazonía y el deterioro del pulmón del planeta, o el drama del cultivo de piña o ananás  (este enlace muestra un interesante documental sobre la piña Del Monte) en Costa Rica, este manejo económico de la industria alimentaria aboca  a la desaparición del campesino autóctono con la consiguiente manipulación de las semillas, el agua, la tierra y el sol en manos del gigante Monsanto y sus primos.
  • Pérdida considerable de  la característica energética o personalidad que tiene el  alimento. Esta se pierde o se desvirtua con los tratamiento de refrigeración, con el almacenamiento indiscriminado o los envasados de plástico con sus dioxinas a vueltas, con un efecto contaminante sobre el alimento.
  • Alimento sostenible. local y estacional: El consumo fuera de temporada de un alimento va a quitar energía al organismo, esto es un robo a la salud. Supongamos que estamos en Bilbao en enero y está nevando. Al hacer la compra te encuentras con las uvas importadas de Chile, esa moradas enormes, que tienen un porcentaje elevado de agua. Consumir ese alimento que principalmente aportara agua y azúcar,  energías de frío en plena nieve del norte, va a enfriar todavía más el organismo. Lo  que se necesita con nieve es calor, a través de los calditos, sopas,   potajes de todo tipo. Volviendo a las uvas tiene sentido consumirlas en Chile que hace calor porque es verano, y es un alimento autóctono.

Este enlace de Amigos de la Tierra  está basado en un estudio realizado entre 2007 y 2012  y resulta muy interesante. Si no es posible ver la página, probar con la URL:

http://www.ecoagricultor.com/wp-content/uploads/2013/04/Informe-Kilometros-de-Alimentos.pdf

 

Salud para tod@s

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