CONSIDERACIONES Y PAUTAS PARA RECONDUCIRLO 

Aunque sencillamente son hábitos alimentarios saludables, válidos  incluso para quien no lo padece.                  

La naturalidad de la dieta y el estilo de vida ejercen una gran influencia en el tiempo de eliminación y en la masa de las heces.

  • El RITMO DE VIDA tan RÁPIDO Que llevamos, hace que no sintamos  al intestino cuando nos avisa para que vayamos a defecar.
  • Aún sintiendo los movimientos intestinales de aviso, LA FALTA DE TIEMPO hace que no encontremos el momento idóneo para acudir al servicio.
  • La CONGESTIÓN DEL INTESTINO GRUESO tanto aguda como crónica lleva a la PÉRDIDA DE TONO de este órgano, dolores en las zonas media baja y espalda.
  • Enfermedades que SE RELACIONAN con este trastorno: cáncer de colon y diverticulosis.
  •  El estreñimiento causa  sensación de presión en la cabeza, senos nasales, gargantas doloridas, así como DOLOR DE CABEZA.
  • Las MANÍAS, la falta de energía e incluso la PÉRDIDA DEL ENTUSIASMO por la vida, son el resultado de la mala condición de este órgano.

 

PAUTAS ALIMENTARIAS

  • Dieta abundante en alimentos naturales de la estación, en la medida de lo posible que sean locales.
  • Evitar las bebidas excitantes,  refrescos de cola, zumos de brick, y yogures líquidos. Los sustituiremos por zumos naturales elaborados con alimentos vegetales y fruta, por ejemplo zanahoria y manzana. En cuanto al café se puede sustituir por el café de cereales (marcas comerciales tipo  Yanooh, Bambú), malta para cocer o instantánea y  achicoria para cocer.
  • Evitar la margarina. Embutidos. Quesos.
  • En cuanto a los lácteos  líquidos mejor sustituir por bebidas vegetales tipo, avena, arroz integral, kamut.
  •  Tomar frutos secos, pequeñísima cantidad. Mejor las semillas de girasol, calabaza o sésamo.
  • Evitar los croissants de media mañana y alimentos elaborados con harinas y azúcares refinados.
  •  Incrementar sopas de vegetales como entrantes y platos de cuchara.
  • Tomar legumbres acompañadas de verduras, y especias como hinojo, comino.
  • Cereales en grano sin refinar sobre todo la avena y arroz integral
  • Dosificar el consumo de carnes, y si se consumen preferible carnes magras y volatería.
  • Aporte de algas, por su rico contenido en fibra.
  • Frutas de temporada, mejor sin pelar por su aporte en fibra y minerales y en cantidad moderada por su característica de enfriar el organismo, preferible fruta  cocida, compota de pera  manzana etc.
  • Aceite de oliva y en ocasiones de sésamo. Dosificar la medida diaria.
  • Por supuesto evitar todos los alimentos precocinados.  Los envasados al vacío.
  • Evitar la bollería, repostería envasada y elaborada con azúcar refinado, u otros azúcares que no procedan de los cereales, es preferible  utilizar endulzantes de calidad como siropes o melazas de arroz,  cebada, espelta.
  • Nuestro instinto sabe cuando los platos  que tienen apariencia sintética no son los más adecuados para nuestra salud. Tan sólo tenemos que dejarle actuar.
  • Los cocinados que sean preferentemente al vapor, plancha, hervidos fermentados, salteado, estofados vegetales y algo de horno. Evitar frituras y rebozados.
  • También se pueden tomar infusiones de plantas medicinales por ejemplo: de malva, hinojo, anís verde, malvavisco

 

 HÁBITOS SALUDABLES, DESTACAREMOS:

  1. EJERCICIO FÍSICO  y de relajación, o sencillamente unas RESPIRACIONES antes de ir a dormir, antes de levantarnos o antes de comer.
  2. Respetar EL HORARIO de las comidas. Sentarse para comer.
  3. MASTICAR Y ENSALIVAR los alimentos, sin prisa empezar por 20 veces cada bocado.
  4. EL ESTADO DE ÁNIMO alimentarlo con un poco de reposo después de la comida aunque solo sean 10 minutos.
  5. EVITAR leer, hablar por el móvil, ver la tv, y  enrolarse en discusiones, o diálogos absurdos en la mesa, a la hora de la comida
  6. REMEDIO CASERO: El más natural. Un vaso de agua templada al levantarse.

 

 

Afirmaba Hipócrates que la enfermedad crónica procede de la autointoxicación; es decir del autoenvenamiento debido al estreñimiento. Los depósitos de desperdicios acumulados en el colon liberan toxinas que inflaman los nervios produciendo reumatismo, neuralgia, melancolía, histeria, eccema, acné, dolores de cabeza y muchisímos otros problemas. Hipócrates enseño también el modo de manejar la enfermedad (Let Food Be Thy Medicine).

 

 

 

 

 

 

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