Sopa de cebolla al tomillo e hinojo fresco.
Ingredientes:
- 1 cebolla grande (cortada en medias lunas finas).
- 1 nabo morado (cortado finamente)
- 1-2 dientes de ajo
- Hinojo fresco en bulbo, 2 cucharadas soperas con copa
- Aceite de oliva 1 cucharada sopera.
- Una pizca de sal
- 1 litro de agua
- Tomillo seco, una cucharadita de postre, (principiantes ½ cucharadita).
- Laurel al gusto.
Elaboración:
En una cazuela poner el aceite de oliva y saltear la cebolla con una pizca de sal durante 5 minutos. Seguidamente añadir el ajo y el nabo, cocinar durante 2 minutos más.
Agregar el tomillo y remover todos los ingredientes.
Añadir el agua y el laurel. Llevar a ebullición y cocer a fuego medio durante 20-25 mintuos.
Retirar del fuego y pasar la sopa por una batidora.
Servir.
Si te gustan las texturas de las sopas más bien densas, le puedes añadir unos fideos finos integrales y cocer unos minutos.
Esta receta es tonificante e ideal para paliar el frío y problemas respiratorios tan acuciantes en invierno. Por un lado tenemos el tomillo, una planta alcalinizante que aporta calor al organismo.
También es interesante para la circulación sanguínea debido a los componentes azufrados que contienen el ajo y la cebolla, los que le confieren el sabor y olor tan característicos y que a veces nos hacen llorar. Uno de estos es la aliina que se convierte en alicina cuando se pican o se trocean y cuyo principio activo actúa como un antibiótico natural.
Destacar el poder probiótico del nabo morado, que a través de su alto contenido en fibra alienta el universo de las bacterias intestinales. Los compuestos azufrados del nabo participan en la mejora de las indigestiones y problemas de pulmón como son el asma, la bronquitis, o la sinusitis. El hinojo, también ayuda al sistema respiratorio en caso de tos bronquial o antitusiva y reconforta el sistema inmune debido a la acción de aminoácidos como la alaina.