Pensar que bajar peso de forma saludable tiene que ver únicamente con un acto de voluntad, es un error.
Puedes comenzar una dieta porque te sientas con una gran motivación, con mucha fuerza de voluntad, pero también tienes que tener en cuenta los actos impulsivos de comer lo prohibido, lo que te engancha, en una palabra… tus apegos.

Descubrir si los apegos alimenticios son una carencia nutricional o una carencia emocional es el trabajo a realizar para un éxito asegurado a largo plazo.

Una carencia nutricional puede ser causada porque comes de forma desordenada, desorientada y te faltan nutrientes esenciales en tu ingesta diaria.

Una carencia emocional puede ser originada porque comes para llenar un vacío interno, o para atrapar recuerdos como aquellos momentos felices del pan con chocolate o las galletas de la abuela o de tu madre.
El problema en este caso es si lo haces de forma compulsiva, como si un allien invadiera tu cuerpo, aquí es donde la fuerza de voluntad no va a funcionar porque el allien se la va a comer.

¿Y qué puedes hacer para superar los apegos?
1º Revisar tu dieta, ver lo que estás comiendo y valorar lo que realmente te conviene.
2º Bucear en tus apegos emocionales y con las herramientas emocionales adecuadas gestionar tu autoestima, y conseguir una forma de alimentarte y de vivir más saludable.

Así que para bajar peso hay que considerar el tándem fuerza de voluntad y autoestima para conseguir el cambio deseado.
¿Y tú te atreves con tu cambio?

Espero que te guste. Si es así, te pido que me apoyes compartiendo y comentes!!

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